Poemas cortos


Asterisco

El asterisco puede indicar
Una nota a pie de página
  (Un intento de aclaración
  En el mar de las palabras)

También puede ser la estrella negra
En la blanca luz inútil
O sólo unas líneas que se encuentran
Por azar, o algo así.


a hard day's night

programa para el día:
trizar el aire de lo antiguo
morder la mano que alimenta
contratar un sepulcro
tragar capullos vivos
desear poder quebrar las caras
escribir en el agua
besar metal
seducir

y luego reventar
recoger los sesos en una caja
salir con ellos de pesca
bajar con ellos montañas
arder de pie,

y al fin, en silencio
besar la luna
o dormir sobre piedras


Trepar al cielo

           (escrito en Meteora)

Trepar al cielo, mordiendo roca
siguiendo hormigas.
Debo trepar y trepo,
pisando cabezas, cogiendo cuerdas,
cayendo hacia arriba entre nubes de tormenta.
Veo cruces, humo, vientos,
pero tengo que subir
a flotar entre espinas,
con alma meteórica,
con cuerpo de golondrina,
bordando el aire de luz.

Lanzo un garfio a las costillas de Dios
y subo entre la lluvia roja.


Los recuerdos

¡Los recuerdos, denme los recuerdos!
¡Quiero beber cada gota de la lluvia!
Echar mis redes en océanos de memoria,
y revolver curioso los rincones del tiempo.
No importa si me quiebro, si no basto.
Sólo quiero sorber lo que perece,
ser universo un instante, copa irrestricta,
dibujar en mi piel todos los mapas,
los sueños, las notas, los olores.

Pido ser llama de hecatombe,
y cuidar mientras pueda los recuerdos.
Hermano en el humo, bailaré con ellos
y me llevarán en sus cohetes y navíos.

Dame cada brizna que pisaste,
y haré un sendero de dioses.


No existen

No existen, si los nombro a la deriva,
si no hunden sus dientes en mi carne.
Ni siquiera si son míos, ni siquiera si soy suyo,
ni siquiera si sonríen, o me besan.

Habitantes de mi ausencia,
grafito sin voz, fantasmas,
sólo si son mis hijos cruzarán el muro de sal;
sólo si se sumergen en mi acuario de papel.


Doble vínculo

mal hermano, hermano de fuego
pozo de amor y de espanto
llave ajena, déjanos andar
y trágate tú mismo tus alturas

faro nómade, salvamuertos
cadena traidora de verso encinta
vuelve con tus mapas al silencio, sin ausencia
nosotros podridos de luz
borraremos tus huellas del polvo
y cortaremos nuestras gargantas si hace falta
para dejar de gritar


Vicio y pureza

Me gusta fumar en el monte
cuando el viento trae aromas vivos
y la savia sube fresca por mis piernas.

O respirar hondo la sal fría del mar
y luego el humo ardiente
que me refleja.

En silencio la hierba tiembla
y un aire loco deshace con furia
las estelas del cigarro y de mi aliento.

En ningún lugar estoy tan vivo
como en esta frontera fugaz
con mis labios en la muerte y en la brisa
saboreando el encuentro del vicio y la pureza.


He soñado que envejecía con los años...

He soñado que envejecía con los años,
que otro calor y otro dolor me vestían como un ave.
He soñado que girabas
en mi nido lejano, entre fantasmas
sola como lágrima de orgullo.

Pero en medio de las noches de este sueño
despierto y nos descubro tendidos todavía
en el amor tibio de un verano
enfriando el sudor con el claro de la luna
respirando el tiempo y mordiendo estrellas
sin jamás amanecer.


He quedado solo con este día de lluvia...

He quedado solo con este día de lluvia,
con esta taza de café, y un poco de tu recuerdo.
Vierto lentamente el café en la memoria,
la lluvia golpea dentro de mi taza
y tú, caes gota a gota sobre estas horas frías.

A la flor le salió cabeza

Hoy a la flor le salió cabeza
y brazo, y pecho, y oreja;
dicen que a la flor le salió nariz.
No quiero ver, no, su pelo nuevo
yo que la tuve niña cierta.
No me digan, no, lo ruego,
para decirlo no vengan a mí,
si a la flor le sale pierna.
 


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