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CAPITULO IX
    
EL CORTEJO DE LA NECEDAD

Esta que veis de aire tan arrogante es el Amor Propio (Φιλαθτία); esta de risueños ojos y cuyas manos están siempre dispuestas al aplauso, se llama la Adulación (Κολακία); esta que está como aletargada y que parece dormir, se llama el Olvido (Λήθη); esta otra que se apoya sobre sus dos codos y está de brazos cruzados es la Pereza (Μισοπονία); esta coronada con una guirnalda de rosas e impregnada de perfumes es la Voluptuosidad (Ήδονή); esta de aire indeciso y de extraviada mirada es la Demencia (’Άνοια); esta de nítido cutis y de cuerpo gentil y bien cuidado es la Molicie (Τρυφή). Entre estas ninfas advertiréis también dos dioses: uno se llama Con (Κώμος), genio de los banquetes, y el otro, Morfeo (νήγρετον  ’Ύπνον) o Sublime Modorra, genio del sueño. Con el auxilio, pues, de estos fieles servidores, todas las cosas están bajo mi mando y ejerzo imperio sobre los mismos emperadores.16