Esta
que veis de aire tan
arrogante es el Amor Propio
(Φιλαθτία); esta de risueños ojos y cuyas manos están
siempre dispuestas al aplauso, se llama la Adulación
(Κολακία); esta que está como aletargada y que parece
dormir, se llama el Olvido (Λήθη); esta otra que se apoya
sobre sus dos codos y está de brazos cruzados es la Pereza
(Μισοπονία); esta coronada con una guirnalda de rosas e
impregnada de perfumes es la Voluptuosidad (Ήδονή); esta
de aire indeciso y de extraviada mirada es la Demencia
(’Άνοια); esta de nítido cutis y de cuerpo gentil y bien
cuidado es la Molicie (Τρυφή). Entre estas ninfas
advertiréis también dos dioses: uno se llama Con (Κώμος),
genio de los banquetes, y el otro, Morfeo (νήγρετον ’Ύπνον) o
Sublime Modorra, genio del sueño. Con el auxilio,
pues, de estos fieles servidores, todas las cosas están bajo mi
mando y ejerzo imperio sobre los mismos emperadores.16